Un probiótico se define como aquel microorganismo vivo que, al administrarse en cantidades adecuadas, confiere un beneficio a la salud del huésped. Un prebiótico es aquella sustancia no digerible que brinda un efecto fisiológico beneficioso al huésped, estimulando selectivamente el crecimiento favorable o la actividad de un número limitado de bacterias autóctonas. Un simbiótico es la mezcla de probiótico y prebiótico.
Los probióticos confieren beneficios inmunológicos y no inmunológicos, entre los que podemos destacar:
– Activación de los macrófagos, que favorecen la presentación de los antígenos ante los linfocitos B.
– Aumento de la secreción de inmunoglobulinas de tipo IgA a.nivel local y sistémico.
– Modulación de los perfiles de citoquinas.
– Modificación del pH local de forma desfavorable para los microorganismos patógenos.
– Producción de bacterioquinas que inhiben estos mismos patógenos.
– Fagocitosis de radicales superóxidos que se generan por oxidación.
– Estimulación de la producción epitelial de mucina en los enterocitos.
– Aumento de la función de la barrera intestinal.
Los bebés nacidos por cesárea tienen más propensión a no desarrollar una flora equilibrada, a diferencia de aquellos que han nacido por vía vaginal. Esto repercute en un intestino inmaduro y menos inmune a infecciones. La flora vaginal habitual está constituida básicamente por Lactobacilos y Bifidobacterias, y esas cepas son las que inicialmente pueblan el intestino de los neonatos.
Además, se ha demostrado que los niños con una variedad limitada de bacterias en sus heces una semana después de nacer suelen desarrollar eczemas atópicos a los 18 meses. Es por ello, que la administración de elementos que favorecen el correcto desarrollo de la flora autóctona va a propiciar un efecto preventivo de la diarrea aguda y una correcta estimulación del sistema inmunitario.
NEO PEQUES® Probiotic contiene 7 cepas probióticas, entre las que encontramos una levadura (Sacha- romyces boulardii) y seis bacterias (Lactobacillus reuteri, Lactobacillus rhamnosus, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus casei, Bifidobacterium infantis, Bifidobacterium lactis), junto al prebiótico Inulina. Esta mezcla permite un equilibrio óptimo de la flora intestinal en lactantes y niños de corta edad.
Contiene sirope de frutas, de agradable sabor, y con un índice glucémico bajo, evitando así los picos glucémicos y pudiendo ser administrado a niños diabéticos.