La Melatonina (N-acetil-5-metoxitriptamina) es una neurohormona endógena producida principalmente, pero no de forma exclusiva, por la glándula pineal. Actúa mediante los receptores MT1, MT2 y MT3 del hipotálamo anterior, que es el auténtico reloj biológico y ayuda a regular el ciclo sueño/ vigilia. Se trata de una sustancia que nuestro cuerpo genera durante la oscuridad y presenta una curva ascendente hasta los 20-25 años. Es a partir de ese momento cuando los niveles de melatonina disminuyen de forma rápida.
La exposición prolongada a luz solar, artificial o a pantallas de luz puede provocar una disminución de la producción interna de melatonina, generando estados de desequilibrio del sueño, que se traducen en insomnio o dificultad para conseguir un sueño reparador. El aporte de melatonina puede ayudar a contrarrestar esos efectos y mejorar la calidad del sueño, administrándose aproximadamente entre 30 minutos y una hora antes de irse a la dormir.
El aceite de semilla de cáñamo se extrae de la especie Cannabis sativa mediante un proceso de extracción en frío, manteniendo inalteradas sus propiedades nutricionales y funcionales. Es un aceite rico en ácidos grasos esenciales (50% ácido linoleico; 15% ácido alfalinolénico; 12% ácido oleico; 1% ácido araquidónico; 3% ácido gammalinolénico), lo que le confiere propiedades antiinflamatorias, ya que este tipo de ácidos grasos intervienen en la cascada metabólica de la inflamación. Su proporción lipídica es óptima para mejorar la salud cardiovascular y el sistema inmunitario, aliviar la sintomatología de episodios inflamatorios y dotarla de propiedades relajantes a nivel mental y a nivel físico. Este aceite además, favorece la absorción de la melatonina debido a su equilibrio nutricional y, de esa manera, optimiza su efecto fisiológico.